La muerte de tu ego
por una vida en armonía.
La muerte del ego es primordial en nuestro despertar espiritual y en la evolución de nuestra conciencia.
Muchas personas interpretan el ego de una forma superficial y no le dan la atención que este requiere, la consecuencia de esto es que, el ego toma el control de sus vidas de una forma negativa. La muerte del ego es una fase fundamental que el ser humano necesita para crear una imagen acertada de sí mismo y del mundo.
Nuestro paso por la tierra es un constante viaje lleno de sus vidas y de bajadas, nuestro cuerpo físico, es esta nave que transporta nuestra alma, por eso la importancia de cuidar lo que vemos y donde nos enfocamos, ya que nuestros ojos son la ventana principal de este vehículo y esta ventana de posibilidades es tan amplia, que podemos desviarnos por el camino.
Si queremos que nuestro yo superior sea el encargado de conducir esta nave, es primordial la muerte de nuestro ego y para ello vamos a llevar a cabo estos siguientes tres pasos.
Número uno: No al juicio.
Todos nosotros actuamos como seres terrenales, nos equivocamos constantemente, pasamos por infinidad de situaciones, cada persona está viviendo su experiencia única, así que es primordial que gocemos de comprensión. ¿Por qué deberías juzgar a otros cuando desconocemos su historia? El resultado de cada una de nuestras historias es un hecho natural, debemos cancelar ahora mismo las expectativas de que toda la humanidad entera, piensan, actúan y sienten igual que nosotros, debemos comprender que cada ser humano es el resultado de su propia y única historia y tiene su propio nivel de conciencia, el cual no nos corresponde a nosotros juzgar.
Si tú dejas de juzgar a los demás, estarás dejando de autojuzgarte, además tu ego automáticamente perderá fuerzas dentro de ti. Te invito para que escojas en qué te quieres enfocar, desde qué frecuencia quieres estar vibrando y estas preguntas nos llevan al siguiente paso.
Número dos: Frecuencia del amor.
Para este paso es importante que tengas un equilibrio entre tus prioridades y la de los otros, renunciar al ego, es no necesitar la aprobación de otros, esto garantiza movernos por la vida, percibiendo todo desde una perspectiva inteligente que nos facilita alcanzar nuestras metas, si tú logras mantenerte en este mundo perfecto de la frecuencia del amor estarás viviendo en armonía y en paz.
Número tres: Aceptación.
Aceptación de la vida y de su dualidad, confía en aquello que no está bajo tu control, acepta la vida como es, no te adelantes a las tragedias, no pienses en lo malo que aún no ha pasado y que tal vez nunca pase, confía en que todo aquello que sucede nuestra vida tiene razón de ser y tiene un porqué y un para qué y qué cada dificultad tiene muchas posibilidades. La aceptación es adaptarse a cada situación y sacarle provecho a favor de nuestro crecimiento espiritual.
Para finalizar, recuerda, no al juicio, aceptación y vibra desde la frecuencia del amor, si logras vivir una vida equilibrada, tú yo superior tomará el mando de tu vida, eliminando o suprimiendo tu ego, lograrás que todo esté en armonía.
Si logras la muerte de tu ego comprenderás que has pasado la prueba en este maravilloso camino llamado vida.